Es importante no levantar objetos pesados en el proceso de recuperación.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el dolor de espalda es uno de los más comunes. Puede presentarse de diferentes formas, como un dolor leve, constante o punzante y repentino.
Dentro de sus causas se incluyen un accidente, una caída, levantamiento de un objeto pesado, cambios en la columna por el envejecimiento o una afección de salud.
Según mencionan los NIH, existen algunos factores de riesgo para padecer dolor de espalda:
- Condición física: el dolor de espalda es más común en personas que son sedentarias y que tienen un mal estado físico.
- Obesidad: la obesidad y el sobrepeso generan una tensión en la espalda, que provoca dolor.
- Edad: a partir de los 45 años es frecuente tener este malestar.
- Historial familiar: algunos genes están asociados a trastornos que provocan dolores de espalda. Es importante preguntar y revisar los antecedentes de los parientes cercanos.
Tratamiento
En caso de que un dolor de espalda dure varios días es importante consultar a un médico. Asimismo, MedlinePlus brinda algunos trucos caseros para manejar esta dolencia:
- Suspender el ejercicio físico durante los primeros días únicamente. Este pequeño reposo puede ayudar a aliviar los síntomas y a reducir la inflamación en la zona afectada.
- Aplicar compresas de hielo en el área donde se presenta el dolor. Esto solo puede utilizarse en las primeras 48 a 72 horas, luego se debe usar calor.
- Tomar analgésicos de venta libre. Pueden adquirirse fácilmente en una farmacia. Algunos de estos incluyen Advil o paracetamol.
- Para dormir MedlinePlus recomienda hacerlo en posición fetal, ubicando una almohada entre las piernas. “Si usted generalmente duerme boca arriba, coloque una almohada o una toalla enrollada debajo de las rodillas para aliviar la presión”.
- Es muy importante no realizar acciones que requieran el levantamiento de objetos pesados o que provoquen que la espalda se tuerza. Estos movimientos se deben evitar durante las primeras seis semanas cuando aparece el malestar.
- Iniciar actividad física solamente después de que hayan transcurrido de 2 a 3 semanas. Se debe iniciar con ejercicio de poca intensidad. Antes de empezar, se debe consultar con un médico.
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